Su hermana se puso histérica por su novio que le hizo un dibujo de zorra, de lo flaca y plana que estaba. Su hermano la calmó y le midió la cintura y la cadera, asegurándole que era impresionante. Claro que su gratitud era inadecuada - chupar la polla de su hermano, pero ¿no se merecía la chica compasión? Cuando ella quería quitarse la cabeza ya, él no la dejaba - si quería ser adulta, que se la tragara. Y parecía que su esperma era de su agrado. Ahora siempre podía contar con él.
No importa lo que digan de la edad, ancianos o no. Pero son las mujeres así las que obtienen placer por sí mismas y se lo aportan a sus parejas, al contrario que las jóvenes chupapollas estiradas. La rubia iba de verdad, parece que hacía tiempo que no se lo pasaban bien.
¡Qué hermanas tan adorables! Me gustó especialmente la mayor, jugosa, madura. Y tuvo una muy buena idea: soltar a su hermana pequeña de esta manera, y no con un desconocido de la calle, del que se podría desconfiar, sino que le ofreció a su novio probado. La hermana mayor todavía tiene que enseñar a la menor a afeitarse el coño, ya sea desnudo como el suyo, o a hacerse un corte de pelo íntimo más bonito.