La chica se cansó de nadar y decidió seducir al hombre. Después de hacerle una mamada de calidad, el hombre decidió darle las gracias y meter la cabeza entre sus piernas. Su lengua era tan larga y traviesa, que colgaba de un lado a otro, y la chica levantó la pierna y le animó en todo momento. Después de tanto lamer, cuando su lengua ya estaba cansada de trabajar, se la folló en diferentes posiciones.
Si las chicas lo desean, se aparean con cualquier toro. Así que este hombre cumplió todos sus deseos. ¿Crees que las morenas son tan ingenuas? No, son perras, lo puedo ver en sus ojos. Ordeñan a los hombres uno por uno, como un rebaño. ¡Un litro de leche al día es la norma para ellas! ¡Yo azotaría a esas lecheras con fuerza para que se hincharan como globos!
♪ ella es una perra diligente ♪